Por: Alejandro Glade R.
Las historias son confusas, ya que hay varias versiones, pero este relato pareciera ser el mas acertado.
El encuentro se produciría en el Whiskey A Go Go en Sunset
Strip. John estaba muy molesto ya que Jayne llegaría al lugar con su esposo lo
que molestó a John, ya que como dijo John en una oportunidad, ““Solo quería
estar a solas con Jayne”. He soñado con eso.
The Beatles se encontraban alojados en Bel Air, y el 25 de
agosto de 1964 se produjo la cita o invitación al Whiskey A Go Go, en Sunset Strip,
el lugar estaba repleto y ruidoso. Se habían acordonado varias mesas para la
tan especial reunión. “Ustedes son invitados de la señorita Mansfield”, dijo un
mesero, sirviendo una botella de Moët & Chandon.
Estaban The Beatles tomándose algunos cocktails cuando Jayne Mansfield
hiso su arribó vestida con un traje de gato color malva, entró de repente y se abrió paso
entre ellos, Mansfield tenía treinta y un años y era una "mujer
mayor" en comparación con los veinteañeros de los Beatles, pero eso no
parecía registrarse con sus compañeros de mesa. Estaba deslumbrante, con su
cabello trenzado recogido en un moño alto y sujeto con una diadema con
incrustaciones de diamantes de imitación, y un atractivo vestido de gato, de
terciopelo con un dobladillo que llegaba a la mitad del muslo, de pronto se
abalanzaron los fotógrafos y tomaron posiciones para tomar fotografías. El único Beatle que no estaba era
Paul.
The Beatles estaban espantados con lo sucedido, se levanta
George muy enojado con su vaso con cocktail y hielos y se lo arroja a uno de
los fotógrafos en ese momento ahí presente… fue mini escándalo, un Beatle
enojado que rocía a un periodista, no pudo ser ignorado. La foto de George
arrojando la bebida apareció en la portada de Los Ángeles Herald Examiner a la
mañana siguiente.
George lo aclara en entrevistas posteriores: “Alguien nos
engañó para que fuéramos al Whisky A Go Go” … cuando llegamos al local nos tomó
veinte minutos en llegar desde la puerta hasta nuestra mesa, apenas nos
sentamos aparecen todos estos paparazzi de Hollywood… Fue un montaje de Jayne
Mansfield para tomarse fotos con nosotros. John y yo estábamos sentados a cada
lado de ella y ella tenía sus manos en nuestras piernas, en nuestras íngles, al
menos en las mías.
Jayne Mansfield quería que se tomara una foto con los chicos,
pero Brian Epstein, que odiaba la idea de que las celebridades intentaran
montarse en sus faldones, dijo que no.
Salimos de ahí, eso fue un infierno, y nos fuimos de la ciudad y al día siguiente, ya estábamos sentados en el avión.
Escrito por: Alejandro Glade R.
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